- Perdón.
- Me has pisado.
- Ya, por eso, perdón.
- De nada.
- Gracias...?
- De nada.
- ...
- eh! ¡Me suenas!
- ... De qué?
- No sé.
- Tu a mi no.
- Pues yo a ti te conozco.
- Quizá me parezca a alguién que conoces, me pasa mucho últimamente, debo de tener un rostro demasiado común.
- Emmm... No creo. Bueno, te invito a un trago.
- No gracias.
- ¿Seguro? ¿Que te crees? ¡Solo es un trago!
- Bueno, si insistes...
- ¿Ron?
- Con cola... y un poco de limón. Gracias.
- De nada.
AUNQUE SEAMOS MENOS
Hace 11 años
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