jueves, 23 de julio de 2009

For Hank

Te levantas.
Todo te da vueltas.
Te das cuenta que llevas el pijama del revés y te das cuenta (tarde) de que has vomitado en el suelo.
Vas al lavabo y te limpias el pie (izquierdo) de vómito.
Te lavas la cara.
Bebes agua del grifo.
Te retuerces por el "magnífico" sabor del agua del grifo.
Meas y cagas.
Intentas disimular el olor con desodorante.
Empeoras la cosa.
Te lavas la cara y sales del lavabo sin respirar.

Coges un vaso de cristal.
Coges un tetrabrick de leche de la nevera.
Derramas la leche por toda la mesa.
La limpias con una servilleta.
Sacas el café. Le echas un par de cucharadas.
Piensas en el dia que te espera.
Te has pasado con el café.
Lo pruebas y esta asquerosamente amargo.
Le echas medio quilo de azucar.
El café se ha transformado en una especie de masa pastosa.
Por vaguerio a hacerte otro te lo bebes de golpe.

Notas un leve mal estar.
Incrementa.
Vas al lavabo y vomitas.
Vuelves a tu cama.
Notas que hay un bulto sospechoso.
Hay una desconocida.
La destapas.
Es tu vecina del 3º. La Señora O'Donell.

Te saluda sonriendo.
"Hola cariño, haz eztado eztupendo."

No lleva la dentadura postiza.





Por favor, no seamos Henry Chinaski.

2 comentarios:

Dani Rendón dijo...

qué grande es

Marla Singer dijo...

Y amigos, esto es lo que pasa cuando un individuo lee a Bukowski